Soy como un libro abierto del que las letras salen sin más.

Emocional, visceral, repleta de energía y con hambre de vida, mundo y experiencias. El que me conoce sabe que tengo pocos secretos, algo de genio y un saco de curiosidad inagotable que mueve mi día a día y que me convierte en una aprendiz eterna que absorbe sin descanso.

Madre por vocación y narradora oral de profesión paso los días contando y escuchando historias sin descanso. Las que más me gustan son las historias de vida, pues en ellas siempre hay algo de realidad y algo de ficción que las hace hermosas y fáciles de vivir.

Loca a veces, cuerda casi nunca. Me comprometí hace mucho tiempo con el hecho de ser mujer y madre de una niña y un niño, aunque siempre digo que, a punta de pistola amenazaré a quien haga falta para en una próxima vida ser hombre, únicamente para disfrutar de la sencillez y la honestidad más plenas.

El día que sea mayor no quiero parecer joven si no que quiero lucir feliz, arrugas, patas de gallo, cana y otras imperfecciones forman parte de mis vivencias, de lo vivido y me gusta que estén ahí así que si me encuentras alguna no dudes en que ni me duelen, ni me molestan, ni me avergüenzan, todo lo contrario ¡me encantan! son yo, pura esencia